En principio, la gestión implica hacer, construir y dinamizar en uno o diversos contextos. Cuando hablamos específicamente de actividades culturales surgen preguntas como: ¿es la gestión cultural una profesión? ¿Cómo imaginar la gestión cultural y la formación de gestores culturales en el marco de los múltiples fenómenos sociales en la Colombia de hoy?
Existe la necesidad de fomentar la formación en gestión cultural en tanto en Colombia como en el resto de Latinoamérica de acuerdo con las necesidades locales, sus antecedentes y realidades, sin perder de vista el intercambio de diversos saberes y experiencias, y la circulación de materiales. El campo de la gestión cultural es todavía incipiente y por eso se hace necesario sistematizar experiencias acumuladas ya que por la forma en que se ha desarrollado este sector, contamos con insumos importantes que se encuentran desordenados y desestructurados.
Un factor importante es el desequilibrio manifiesto entre “el hacer” y la financiación de actividades de tipo artístico cultural en donde se evidencia gran debilidad de las herramientas técnicas en los gestores, artistas e inventores para propiciar desarrollos. Encontramos entonces problemas como la poca comprensión de la política cultural en sí misma como alternativa de desarrollo y la necesidad de calificación del sector cultural y su aporte a las transformaciones sociales. Estas problemáticas muchas veces evidencian la falta de visión estratégica y de diálogo entre lo público y lo privado.
La necesidad de formación en gestión cultural también surge de los procesos de descentralización a nivel regional o local. Al observar los ambientes de las comunidades frente a las necesidades expeditas que demandan atención para el desarrollo del sector cultural podemos decir que:
• Existe una expectativa generalizada ante los cambios, trascendencia y crecimiento del sector cultural.
• El mismo sector no manifiesta y explicita la necesidad de consolidar los procesos de formación, como elemento para asumir los cambios y complejidades que sufre la gestión cultural.
• La acción cultural se constituye más por elementos empíricos que por una base académica disciplinar.
• Se reconocen grandes aportes en el acercamiento entre la práctica y lo académico en la consolidación del campo formativo.
• Habrá que definir la participación de los organismos públicos en la responsabilidad de la orientación de la política.
• En la oferta cultural la procedencia es diversa y acoge otras disciplinas y experiencias fundadas, en la sociedad civil y en las necesidades locales que no puede obviarse en el discurso de las políticas culturales para la formación en gestión cultural.
• Existe un aumento importante en la demanda de formación en gestión cultural por la transferencia de competencias y funciones a los gobiernos locales.
Para el desarrollo de este seminario contaremos con desarrollos temáticos participativos o de construcción con temáticas básicas tales como:
1. ¿Es la gestión cultural una profesión?
2. El Estado como agente clave de procesos de democratización de la cultura.
3. La construcción de políticas culturales. Globalización e identidades.
4. Políticas culturales, academia y sociedad
5. Políticas culturales y el proceso de mundialización de las industrias culturales (discusión y posturas).
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