El maestro Leonidas Valencia y la antropóloga Ana María Arango participaron como representantes de Asinch en el Seminario taller patrimonio musical e investigación organizado por la Fundación Nueva Cultura el 29 de noviembre de 2008. A continuación exponemos la síntesis elaborada por Jorge Sossa .
Conferencia 2.
Ana María Arango. Los sonidos invisibles: espacios de educación musical en Quibdó, Chocó
Presentó el video documental Los sonidos invisibles, realizado con profunda visión artística y antropológica. Conmovedor, suscitador, emocionante y cuestionante.
Partió Ana María planteando los supuestos teóricos que sustentan el video.
Mostró las relaciones complejas existentes en las comunidades de práctica.
Increpa las máquinarias de invisibilización, señala cómo la esclavitud generó el arrebato de las lenguas y las culturas de las comunidades afrodescendientes.
Cuestiona igualmente las visiones dualistas que oponen al niño y el adulto, al individuo y a la sociedad. Para preguntarse por las maneras de realizar procesos de formación musical en el Chocó y, particularmente en Quibdó.
Muestra, de manera crítica, enfoques etnomusicológicos sustentados en el evolucionismo y el difusionismo; discurre con una visión igualmente crítica por la endoculturación, señalando que la música se aprende en el acontecer, por lo que surge la importancia de leer las comunidades de práctica en la construcción de sujetos sociales pues las culturas no son esencias preexistentes en la sociedad.
El video mostró 5 espacios de formación musical existentes en Quibdó.
• La escuela del Padre Isaac que, quien lo creyera, a pesar de su mirada escolástica, generó la emergencia de grupos como Niche y Guayacán. ¿Recuerdan la anécdota del cura tocando a Richi Rey sin saberlo y luego cuando la música lo contagia dice: ¡esto es música del demonio!?
• La banda San Francisco de Asis
• Espacios domésticos de formación musical
• La fiesta de San Pacho, espacio que, entre otras, casi se le olvida enunciar, ¡imagínense el lapsus!
• Colegios y escuelas
Entendiendo que la formación musical es expresión de subjetividades, muestra de manera crítica cómo se instrumentaliza la música con fines religiosos, terapéuticos o políticos.
Así como la iglesia emprendió cruzadas para salvar a los negros de su pecado original, hoy, nos dice Ana María, los movimientos políticos buscan salvarlos de las precariedades de sus condiciones actuales.
Al mostrarnos lo que entre comillas llamó “nuevos espacios” pone en cuestión el carácter colonizador que puede asumir la cooperación internacional. Para ello invita a tener en cuenta la micropoitica y las tensiones de esa realidad compleja ya que muchos proyectos se piensan desde el centro desconociendo las realidades locales. Son, muchas veces, programas de formación musical en los que se introducen jergas y metodologías desconectadas y descontextualizadas.
Ver el video mostró con creces, la complejidad de los espacios de formación, su inmensa diversidad y riqueza, pero, sobre todo la variedad de sentidos, valoraciones, tensiones, contradicciones y la inmensa sensibilidad creadora del personaje narrador que nos muestra la vida, el compromiso a través de canciones que considera que no son suyas pues las tomó de la vida del la gente con la que habla y escucha cotidianamente. Ahora, cuando entendí de donde salió esa canción, me conmuevo al canturrear “la vamo a tumba, la vamo a tumba”. Me pegunto, ¿será que la música y el arte no piensan, no afectan, no conmueven?
Leonidas Valencia. Al son que me toquen bailo y canto. Músicas del Eje Pacífico Norte. Cartilla de iniciación musical.
Leonidas entra planteando que para ellos la música, antes que sonido es comunicación; entienden que las músicas en sus prácticas cotidianas antes que una obligación, se asume de manera voluntaria y abierta.
Y con su voz rítmica y enfatizando una sentencia nos dice: las músicas del Chocó son músicas de resistencia y que, en su condición de músicas tradicionales, no son hechas para el comercio. Son éstas, músicas híbridas, ya que no existen músicas puras. Las músicas son en ese sentido nuevas; son recreaciones pues “no tragamos entero” les ponemos lo nuestro, dice Leonidas.
Me queda resonando el enunciado: ¡músicas de resistencia! O, imaginen ustedes los alabaos, que después de resistir todos los embates de la iglesia siguen ahí, incólumes y, lo que es mejor, tienen garantizada su vida por mucho tiempo pues cada que hay un muerto nace un alabao. Y qué interesante el método de selección natural que nos comenta. Aquel que viendo la práctica del alabao intenta cantar y se desafina, basta con que el grupo lo mire mal y listo, se aplica la selección natural, no cantará alabaos! Esta práctica contrasta con la practica coral que quiso imponerse durante mucho tiempo en el Chocó. Si bien en esta región lo más importante es el canto, se habla de un canto libre, de la calle, espontaneo. Muestra cómo la estrategia de los coros, que nunca consultó la dinámica social del cantar, nunca pegó. Los coros no expresan el sentir del canto tal como se practica en esa región mágica y misteriosamente atrayente.
La cartilla también está pensada para interrelacionar la música y el baile; tiene énfasis en melodías y percusiones dado el carácter de las músicas que se incluyen. La músicas se dan en espacios naturales; es el caso de las fiestas, músicas para el santo, músicas para el derroche.
Resalta cómo el PNMC ha ayudado a impulsar y a multiplicar la actividad de formación. El enfoque de la cartilla expresa una concepción de dialogo entre lo literal y lo oral pues se busca una información integral.
Muestra que, a diferencia de otras, lo fuerte de la cartilla está en lo rítmico y no en lo armónico y enfatizando en la importancia del baile nos habla de que la escuela de baile es la calle, nos produce risa escuchar que en el Chocó una escuela de danza quebraría.
En lo rítmico destaca la explicación de las claves que describen los diferentes aires musicales. Cómo a simple vista no se diferencian, la clave explica su particularidad.
Las denominaciones tradicionales sobre formas de toque y otros aspectos exigieron la realización del glosario.
Y quizá para llamar la atención a los estereotipos que se arman fruto del desconocimiento, aclara que la Chirimía es un formato, no un tipo de música. Con la Chirimía se toca de todo.